Seas alto o bajo, delgado o gordo, pienses así o asá, seas como seas, siempre va a haber alguien que opine malamente sobre tí. Cuando te importa lo que dicen los demás vives mal, preocupada o angustiada o no paras de darle vueltas en la cabeza. Al cabo de los años me doy más cuenta de lo que importa o no en la vida, y se es más feliz cuando tu eres como eres y no escuchas las opiniones de los demás, al fin y al cabo, no has nacido para complacer a nadie, has nacido para vivir. A veces, nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.
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